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Frida Restaurante es la creación de Vicente Del Río, un originario del valle central de México. Al trasladarse a Los Ángeles, Vicente trajo consigo la auténtica cocina de su región de origen a Beverly Hills. A lo largo de los años, este restaurante se ha ganado un público fiel que llevó a Vicente a abrir un segundo Frida más grande en la Americana en Glendale. Su tercer restaurante está ubicado en Westwood conocida anteriormente como Casa Azul.
He tenido el placer de comer en los tres restaurantes; sin embargo, voy a resaltar mi última visita al restaurante ubicado en Westwood. La decoración es fusión de la época colonial y el México contemporáneo. Los tonos de azul rinden homenaje a la legendaria Casa Azul en Coyoacán, Ciudad de México, casa de Frida Kahlo y actualmente conocida como el Museo Frida Kahlo.
Ya que estás transportado visualmente, al sentarte el mesero te recibe con totopos en los tres colores de la bandera mexicana acompañados por salsa verde y roja. Las salsas de Frida son de las salsas más sabrosas que he encontrado al norte de la frontera y perfectas para las personas con poca tolerancia al picante.
La experiencia mexicana simplemente no es lo mismo sin una bebida alcohólica para acompañar la comida. Además del bar normal, Frida está muy bien equipada con una carta amplia de licores y de tequilas. Una cosa que es muy importante recordar: no todo el tequila se toma en un trago. Los buenos tequilas se toman de sorbo en sorbo y con su sangrita al lado. Inténtalo con las diferentes opciones que te proporcionan. Quizá te quedes sorprendido por la complejidad que se encuentra en esta bebida nacional. También es buena idea probar la Michelada Cubana, la Paloma, la Sangría y por supuesto la Margarita.
Frida se
distingue por su servicio afable y consistente. Los meseros conocen la carta y
son muy aptos para recomendar el platillo perfecto respetando los gustos de
cada cliente. En una de mis visitas estuve acompañado por dos amigos veganos.
Digno de la atención y amabilidad que se encuentra en México, el mesero
modificó el platillo de fajitas y la cocina lo convirtió en un verdadero manjar
vegano. Yo, siendo omnívoro, ordené el Mole
tasting que llevaba cuatro diferentes moles sobre una cama de pollo
desmenuzado. Tuve el placer de degustar el mole verde, poblano, negro y de pipián.
Los moles estaban muy bien hechos y difíciles de favorecer uno sobre otro.
El mole es sin duda una de las joyas de México. Hay diferentes tipos de moles
en todas las regiones de la república y lo más impresionante es que tienen algo
así como 17 ingredientes (o más).
Si a la
hora del postre te quedas indeciso, prueba el Dessert Platter. Así puedes probar tres de las opciones que
ofrecen; las crepas de cajeta, el flan napolitano y los churrros. Para un buen maridaje, te
recomiendo el café de olla o el espresso. Seguramente será una delicia
para tu paladar.
El gasto
promedio es alrededor de $35 USD por persona sin alcohol.
Ambiente:
5/5
Servicio:
5/5
Autenticidad:
4/5
P.D. Estos
restaurantes se han colocado con éxito entre el ámbito restaurantero. Dicho esto, cuando uno piensa en la comida mexicana
es difícil no imaginar comida callejera y Vicente tiene este
concepto también considerado. Su otra cadena se
llama, Tacos Frida, un concepto estilo
"Taquería" más relajado
que sirve platos más
conocidos como tacos,
burritos y tortas, entre otras. En la
actualidad cuenta con tres ubicaciones:
Melrose, Brentwood y el Westside Pavilion.
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