Monday, July 8, 2013

El Tepeyac Cafe (Español)





En cuanto a iconos gastronómicos en la ciudad de Los Ángeles, cualquier lista o discusión no estaría completa sin incluir a El Tepeyac Cafe situado en el barrio de Boyle Heights. Desde 1952 La familia Rojas ha hecho de El Tepeyac Cafe un punto de referencia en esta inmensa ciudad. Gracias a platillos famosos como el "Manuel Special," un burrito de 5 lbs. (2.26 kg), goza de una lista larga de reconocimientos y una clientela tan diversa como la ciudad cosmopolita en donde reside. 


Manuel Rojas
La historia de este símbolo angelino empieza en 1942 cuando la familia Rojas abrió su primer restaurante en el centro de Los Ángeles conocido como el Tupinambá Café. Después se mudaron al este de Los Ángeles en el barrio de Lincoln Heights con un nuevo nombre, La Villa Café. En 1952 hicieron su viaje final a Boyle Heights en donde se dieron conocer como el ahora famoso El Tepeyac Café. Después de la muerte del patriarca, Salvador Rojas, su hijo Manuel y esposa Rebecca tomaron el mando del restaurante y lograron llevarlo a una popularidad internacional. Después de muchos años deliberando si expandirse, decidieron abrir un segundo El Tepeyac café en la ciudad de Industry ubicado al sur de la ciudad de Los Ángeles. 

Manuel Rojas dedicó toda su vida a
su restaurante llegando a las 3 de la mañana todos los días para preparar la cocina antes de abrir a las 6 a.m. Labor que nunca descuidó hasta su muerte en Febrero de este 2013 a la edad de 79 años. Fue tan conocido como su restaurante entre la clientela a quienes tomaba siempre el tiempo de saludar y los dulcecitos que regalaba a los niños. 



Manuel Special
No se puede decir que se conoce el Tepeyac sin antes probar el Hollenbeck burrito. Es un burrito  grande de puerco deshebrado en chile verde, arroz, frijoles y aguacate. Sin duda el platillo más popular. Pero el platillo que verdaderamente destaca tiene que ser el Manuel Special. Ese burrito es el hermano gigante del Hollenbeck portando 5 libras de comida envuelto en una tortilla enorme de harina. Ya envuelto, el “burrrote” puede ser más largo que el antebrazo de un adulto. Es tan impresionante que fue protagonista de uno de los capítulos del programa “Man v. Food.”

 

¿Qué más se puede decir de este lugar? En mi humilde opinión, es obligatorio conocer este restaurante. Tiene mucho más que burritos. Vale la pena probar sus desayunos y el guacamole siempre es placentero. Para la cantidad que te sirven es súper económico. Quizá ya no encontrarás a Manuel Rojas pero su cálida bienvenida permanece en el ambiento de su querido restaurante.

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